La puesta está inspirada en el libro homónimo del irlandés Bram Stoker, conocido universalmente por ser el creador del más famoso de todos los vampiros. Su coreografía, dirección de arte y la caracterización de los bailarines, también se inspira en la película homónima de Francis Ford Coppola. Drácula utiliza diseños de escenografía, vestuario, luces, maquillaje y efectos especiales, para crear una atmósfera romántica y misteriosa, en torno a este vampiro que busca, por toda la eternidad, a su amante muerta.